Si la semana pasada os hablábamos de los beneficios de los implantes dentales y de como logran mejorar la calidad de vida de los pacientes, esta semana os contamos las etapas del tratamiento. Como todo proceso complejo, consta de diversas etapas que hay que ir cumpliendo para lograr una completa efectividad.
1. Planificación
Se trata de un estudio imprescindible para evaluar el mejor emplazamiento para la colocación del implante. Se realiza a través de una radiografía panorámica y/o de una TAC, para comprobar el estado óseo del paciente en tres dimensiones.
2. Cirugía
Según el caso, la colocación se realizará en una o dos intervenciones quirúrgicas. El primer caso es el más habitual: se coloca el implante y a la vez el componente de conexión.
3. Recuperación
En esta fase se hacen diferentes pruebas indispensables para la confección de la prótesis sobre implantes. Para ello se hace uso de una serie de medidas de siliconas y otros componentes con los que se consigue una réplica de la posición del implantes. Esta es la que se envía al protésico para lograr así un ajuste perfecto.
4. Mantenimiento
La necesidad de cuidados de mantenimiento periódico se debe a la necesidad de evitar tanto contaminaciones bacterianas como posibles desajustes de las prótesis que el desgaste y el tiempo pueden ocasionar.
Así pues, las revisiones son imprescindibles para llevar un seguimiento y garantizar la salud a largo plazo del implante.