Los dientes agrietados, más usualmente conocidos como fisuras dentales se originan por diversas causas. La mayoría de veces ocurren de forma aparentemente espontánea.
Estos dientes suelen provocar un dolor agudo al masticar, que remite al disminuir la presión de la mordida.
Existen diferentes clasificaciones de las fisuras, algunas de ellas, más leves, sólo afectan al esmalte, mientras que las más graves abarcan la totalidad de la pieza y causan dolores más intensos. Todas ellas pueden ser la puerta de entrada a bacterias e infecciones, por lo que es de extrema necesidad tratarlas lo antes posible.
Causas
A menudo la causa es un traumatismo, bruxismo o desgaste en general. También los procesos de endodoncia pueden derivar en este tipo de problemas a causa de la deshidratación de la dentina.
Asimismo, la extracción de un perno aumenta el riesgo de fractura debido a que las paredes radiculares están debilitadas. Esto se debe a que la preparación del conducto para insertar el perno incide sobre la zona.
Tratamientos
Dependiendo de la zona donde se haya producido la fisura y la causa de la misma, el tratamiento variará.
Si ha tenido lugar en el esmalte, el tratamiento es el pulido de los bordes del esmalte, con fin de eliminar la rugosidad; mientras que si la fractura es en la zona anterior, el tratamiento será una reconstrucción estética con resinas compuestas o mediante una restauración protésica con carillas dentales.